Tomé tu sangre, tu cáliz
Tomé tu pureza, tu inocencia
Querías hacerme feliz
Me sorprendió tu incandescencia
Dolor y llanto nos espera
Pecadores libres del pudor
Desnudando la primavera
E ignorando el sudor
Hermosa sensación que me embarga
Horrible fragmentación del himen del alma
Oda a la pasión que en brazos nos carga
Nos levantan: abrazos, lágrimas y calma.
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